07/08/2016 23:01:00
Las autoridades no dieron una cifra sobre el número de participantes, pero la prensa turca señaló que asistieron millones de personas.
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Turquía seguirá luchando contra cualquier potencia que pretenda debilitar al gobierno, declaró el domingo el presidente Recep Tayyip Erdogan ante una multitudinaria manifestación organizada con motivo del fallido golpe de Estado del 15 de julio en el país. La movilización que tuvo lugar en el sector portuario de Yenikapi, frente al mar de Mármara, en la parte europea de Estambul, se transformó en un océano rojo y blanco, los colores de la bandera turca. Las autoridades no dieron una cifra sobre el número de participantes, pero la prensa turca señaló que asistieron millones de personas. Debido a la gran escala de la manifestación, multitudes fueron rechazadas en los accesos y la movilización se desbordó hacia calles aledañas. "Como Estado y como nación necesitamos analizar perfectamente el intento de golpe del 15 de julio. Necesitamos evaluar bien no sólo a los que participaron en esta traición, sino a las potencias detrás de ellos, los motivos por los que los responsables pasaron a la acción", dijo Erdogan ante los vítores de la multitud en el lugar. El presidente pronunció su discurso desde un escenario de 60 metros (200 pies) de largo, enmarcado por dos plataformas. El lugar estaba envuelto por enormes banderas nacionales y pancartas alusivas a Erdogan y al padre fundador de Turquía, Mustafa Kemal Ataturk. El "Mitin por la democracia y los mártires" fue descrito como un acto pluripartidista que representó la unidad turca después del fallido golpe, en el que un grupo de oficiales castrenses intentó tomar el poder con tanques, helicópteros y jets de combate, en hechos que dejaron más de 270 muertos. Los dirigentes religiosos y de los dos de tres partidos de la oposición asistieron al acto y estuvieron sentados al lado de Erdogan, que llegó en un helicóptero con su esposa Emine. El Partido Democrático de los Pueblos, HDP, pro curdo, no fue invitado. "El 15 de julio abrió la puerta de nuestra reconciliación", dijo Kemal Kilicdaroglu, presidente del Partido Republicano del Pueblo, la principal fuerza de la oposición. "Existe una nueva Turquía después del 15 de julio. Si podemos impulsar aún más esta fuerza, esta cultura de reacercamiento, podremos legar una gran Turquía a nuestros hijos", agregó.
Las autoridades no dieron una cifra sobre el número de participantes, pero la prensa turca señaló que asistieron millones de personas.

Turquía seguirá luchando contra cualquier potencia que pretenda debilitar al gobierno, declaró el domingo el presidente Recep Tayyip Erdogan ante una multitudinaria manifestación organizada con motivo del fallido golpe de Estado del 15 de julio en el país. La movilización que tuvo lugar en el sector portuario de Yenikapi, frente al mar de Mármara, en la parte europea de Estambul, se transformó en un océano rojo y blanco, los colores de la bandera turca. Las autoridades no dieron una cifra sobre el número de participantes, pero la prensa turca señaló que asistieron millones de personas. Debido a la gran escala de la manifestación, multitudes fueron rechazadas en los accesos y la movilización se desbordó hacia calles aledañas. "Como Estado y como nación necesitamos analizar perfectamente el intento de golpe del 15 de julio. Necesitamos evaluar bien no sólo a los que participaron en esta traición, sino a las potencias detrás de ellos, los motivos por los que los responsables pasaron a la acción", dijo Erdogan ante los vítores de la multitud en el lugar. El presidente pronunció su discurso desde un escenario de 60 metros (200 pies) de largo, enmarcado por dos plataformas. El lugar estaba envuelto por enormes banderas nacionales y pancartas alusivas a Erdogan y al padre fundador de Turquía, Mustafa Kemal Ataturk. El "Mitin por la democracia y los mártires" fue descrito como un acto pluripartidista que representó la unidad turca después del fallido golpe, en el que un grupo de oficiales castrenses intentó tomar el poder con tanques, helicópteros y jets de combate, en hechos que dejaron más de 270 muertos. Los dirigentes religiosos y de los dos de tres partidos de la oposición asistieron al acto y estuvieron sentados al lado de Erdogan, que llegó en un helicóptero con su esposa Emine. El Partido Democrático de los Pueblos, HDP, pro curdo, no fue invitado. "El 15 de julio abrió la puerta de nuestra reconciliación", dijo Kemal Kilicdaroglu, presidente del Partido Republicano del Pueblo, la principal fuerza de la oposición. "Existe una nueva Turquía después del 15 de julio. Si podemos impulsar aún más esta fuerza, esta cultura de reacercamiento, podremos legar una gran Turquía a nuestros hijos", agregó.