28/07/2016 9:21:59
El martes pasado cuatro encapuchados ingresaron al local y encañonaron a la familia de Juan López mientras atendían el negocio. Sin dudarlo, sacó su arma inscrita y disparó contra dos de ellos.
![Foto Nota]()
El martes pasado cuatro delincuentes encapuchados ingresaron a la "Farmacia Centro" ubicada en la comuna de San Ramón en plena avenida Santa Rosa. El dueño del local, Juan López, quien vió cómo su familia era encañonada le disparó a dos de ellos causándoles la muerte. Su esposa Eugenia se siente insegura pero apoya la acción de su marido, sin embargo teme que regresen los otros dos antisociales que escaparon: "Tengo miedo de los que quedaron vivos”, sentenció. La mujer relató los minutos de terror que vivieron cuando estaban en el local, ella junto a su hijo y también una joven que trabaja para ellos, estaban en el frontis del negocio, mientras que su esposo estaba en la oficina al fondo del pasillo. Dice que había sido víctima de asaltos antes, pero que éste sin duda se corona como el más violento de todos. Relató en entrevista con El Mercurio que estaban sentados cuando de pronto ingresaron cuatro hombres con panties en la cabeza amenazándolos. Los encapuchados abrieron el pestillo de la puerta como si ya supieran, uno se quedó con ella en el mesón y los hizo agacharse en el suelo, mientras los amenazaba con una pistola. Cuando su esposo Juan se asomó desde su oficina, uno de los delincuentes lo gritó, “te vamos a matar viejo (sic)”. Cuando levantó las manos le llegó un tiro en el dedo índice de la mano derecha. Fue en ese momento que empuñó su pistola marca Famai, model FN 750 de calibre 9 milímetros y disparó contra el individuo impactando tres tiros en la región del tórax. Él murió en el pasillo. Su esposa dice que después sintió otros disparos en el pasillo y salieron todos corriendo, excepto un segundo antisocial que cayó abatido en la calle afuera de la farmacia. “El defendió su vida, la mía, la de nuestro hijo menor y la de la niña que trabaja con nosotros. Si usted tiene una persona amada al frente que la están atacando, no queda más que disparar”. “La venganza puede venir en cualquier momento”, aseguró Eugenia, quien ayer fue testigo de una masa de personas enfurecidas contra ellos, quienes exigían saber la identidad de los delincuentes fallecidos. Debió acudir Fuerzas Especiales para calmar el panorama. Su marido es diabético y cuando pasó el hecho le pidió que le curara el dedo rápidamente. Posteriormente fue trasladado a urgencia del Hospital Padre Hurtado.
El martes pasado cuatro encapuchados ingresaron al local y encañonaron a la familia de Juan López mientras atendían el negocio. Sin dudarlo, sacó su arma inscrita y disparó contra dos de ellos.
El martes pasado cuatro delincuentes encapuchados ingresaron a la "Farmacia Centro" ubicada en la comuna de San Ramón en plena avenida Santa Rosa. El dueño del local, Juan López, quien vió cómo su familia era encañonada le disparó a dos de ellos causándoles la muerte. Su esposa Eugenia se siente insegura pero apoya la acción de su marido, sin embargo teme que regresen los otros dos antisociales que escaparon: "Tengo miedo de los que quedaron vivos”, sentenció. La mujer relató los minutos de terror que vivieron cuando estaban en el local, ella junto a su hijo y también una joven que trabaja para ellos, estaban en el frontis del negocio, mientras que su esposo estaba en la oficina al fondo del pasillo. Dice que había sido víctima de asaltos antes, pero que éste sin duda se corona como el más violento de todos. Relató en entrevista con El Mercurio que estaban sentados cuando de pronto ingresaron cuatro hombres con panties en la cabeza amenazándolos. Los encapuchados abrieron el pestillo de la puerta como si ya supieran, uno se quedó con ella en el mesón y los hizo agacharse en el suelo, mientras los amenazaba con una pistola. Cuando su esposo Juan se asomó desde su oficina, uno de los delincuentes lo gritó, “te vamos a matar viejo (sic)”. Cuando levantó las manos le llegó un tiro en el dedo índice de la mano derecha. Fue en ese momento que empuñó su pistola marca Famai, model FN 750 de calibre 9 milímetros y disparó contra el individuo impactando tres tiros en la región del tórax. Él murió en el pasillo. Su esposa dice que después sintió otros disparos en el pasillo y salieron todos corriendo, excepto un segundo antisocial que cayó abatido en la calle afuera de la farmacia. “El defendió su vida, la mía, la de nuestro hijo menor y la de la niña que trabaja con nosotros. Si usted tiene una persona amada al frente que la están atacando, no queda más que disparar”. “La venganza puede venir en cualquier momento”, aseguró Eugenia, quien ayer fue testigo de una masa de personas enfurecidas contra ellos, quienes exigían saber la identidad de los delincuentes fallecidos. Debió acudir Fuerzas Especiales para calmar el panorama. Su marido es diabético y cuando pasó el hecho le pidió que le curara el dedo rápidamente. Posteriormente fue trasladado a urgencia del Hospital Padre Hurtado.